Procedimiento: 1. Revolver todos los polvos 2. Revolver los otros ingredientes e integral los polvos, colocar en un molde cuadrado de 24 x 24, decorar con las nueces y chispas de chocolate amargo 3. Hornear por 20 min. approx. a 180°C.
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La primer comida del día es fundamental. Luego de haber descansado en la noche y al estar en ayunas, el estómago se encuentra más receptivo a lo que comamos. Cuando más natural y saludable sea nuestra primer comida, mejor y con más energía nos sentiremos durante el día.
A continuación les comparto 5 de las recetas de jugos y batidos détox que preparo por las mañanas. Los batidos pueden ser el desayuno entero y si te preparas un jugo puedes acompañarlo con alguna comida cómo tostadas de arroz o trigo sarraceno, cereales, frutos secos, etc. Recetas para jugos détox Jugo purificante ingredientes
Jugo détox dulce Ingredientes
Jugo energizante Ingredientes
Batido nutritivo Ingredientes
Batido verde Ingredientes
Algunos consejos
Si te encuentras en la búsqueda de una bebida refrescante, que limpie tu organismo de toxinas, te proponemos nuestra receta favorita de Agua Détox de limón, pepino y mentaLa receta que elegimos para esta Agua Détox tiene ingredientes que no son casuales: limón, menta y pepino. Juntos, proporcionan los siguientes beneficios:
Receta de Agua Détox de Limón, Pepino y Menta Ingredientes
Procedimiento Lavar los limones y el pepino, cortarlos en rodajas finas. Colocar las rodajas de limón, pepino y la menta en una jarra. Cubrir la jarra con agua y refrigerarla al menos durante 4 horas o bien una noche entera. Esta agua détox se conserva perfectamente en la heladera durante 5 días. Fuente: http://www.greenvivant.com/alimentate/recetas/agua-detox-limon-pepino-menta/
Lo ideal sería hacer un menú semanal y así tener todo organizado (compras, tareas y tiempo que necesitamos). Yo tengo uno pegado en el refrigerador, confieso que no siempre lo sigo pero me sirve mucho para cuando estoy sin ideas. Armé un menú de tres semanas sin días repetidos, y con eso tengo para rato. Fuente: http://www.greenvivant.com/alimentate/alimentos/alimentos-cocina-alimentarte-bien/
Saber cocinar con vegetales es una parte importante pero hay otros puntos a los que hay que prestarles atención para motivarte cada día y vivir el proceso como algo natural. ¿POR DÓNDE EMPEZAR? Hoy vamos a compartirte 7 tips para ayudar a organizarte. Si estás comenzando a vegetalizar tu alimentación, seguramente necesites una guía. 1. CONSUMIR ENSALADAS Y FRUTAS FRESCAS La mejor forma de incorporar todos los nutrientes de las frutas y verduras, es consumirlas crudas, salvo que tu médico te indique lo contrario por cuestiones de salud. Para lograr consumirlas de ésta forma, te aconsejamos que dispongas cada día de una buena variedad en la nevera. Podes elegir por lo menos una variedad de 3 frutas (si son más mejor) y en el caso de las verduras elegir por lo menos 5 de tu gusto.
2. INCORPORAR JUGOS Y BATIDOS Una alternativa interesante para incorporar a tus desayunos y meriendas diarios, son los jugos y batidos ricos, frescos y cargados de vitaminas. Quizás hoy te resulte como una alternativa a lo que habitualmente desayunas, pero con el tiempo puede transformarse en un hábito saludable que va ayudarte a mejorar tu rendimiento durante la mañana.
Hay una infinidad de combinaciones exquisitas y muy saludables que iremos aprendiendo. 3. PROPONERSE OBJETIVOS A veces por querer abarcarlo todo tu entusiasmo pierde intensidad y finalmente desistes de lograr tu objetivo. ¿Te ha pasado alguna vez?. Lo ideal es que te preguntes: ¿qué quiero lograr comiendo vegetales?. Cuando tengas la respuesta a esa pregunta plantéate objetivos cortos, como por ejemplo:
4. REVISAR LA ALACENA Indispensable si estás buscando mejorar tu alimentación diaria.
Organizar tu despensa vegetal es importante para mejorar tu alimentación y así vivir el estilo de vida saludable que deseas. 5. INVESTIGAR/PROFUNDIZAR Éste punto viene a colación del anterior. Una vez que leas esos ingredientes que conforman tus alimentos, investiga sobre ellos y sigue preguntándote: ¿qué alimentos estoy ingiriendo diariamente?. Investiga en libros, Internet, con profesionales, amigos y personas referentes en el tema. 6. INFORMARSE / ASESORARSE Todas los temas que hayas investigado o descubierto por tí mismo, tienen que pasar por un filtro. Lo mejor es que un profesional de la salud te ayude en esto. Busca algún médico / nutricionista / coach que te guíe en éste proceso de cambio, que esté interiorizado en el tema de alimentación vegetal. Podes evacuar tus dudas e inquietudes con el profesional, además planear un tipo de rutina que se ajuste a tus necesidades y particularidades. 7. EXPERIMENTAR Y por último, meterse de lleno en la cocina dándole rienda suelta a la imaginación y creatividad. Probar tus primeras recetas es una forma de empezar a tomar contacto con las texturas, los colores, los aromas, los sabores de los vegetales y sus innumerables beneficios para tu salud. Sobre todo, para experimentar hay que tener ganas, estar predispuestos a probar y equivocarse. Entender que es un proceso de aprendizaje que lleva tiempo y esfuerzo como todo lo que uno quiere lograr. Algo fundamental a trabajar en la cocina es la paciencia y la frustración. Es decir que antes de empezar, tener en cuenta que como todo proceso lleva tiempo de entendimiento. Todo tu ser debe comprender y asimilar el cambio de alimentación o la incorporación de los nuevos alimentos. Fuente: http://www.greenvivant.com/alimentate/7-tips-comezar-alimentarte-vegetales/
¡Como muchos sabrán el mes pasado se publico en la revista del CCIFA (Centro comercial de industria y fomento de Atlántida) una entrevista muy linda que nos hicieron! La compartimos con ustedes para que pueden verla aquí. Esperamos que disfruten de leerla tanto como a nosotros nos gusto realizara.Aquí la transcribimos para ustedes:
Aunque pueda parecer que la dieta vegetariana restringe determinados alimentos y por lo tanto limitas las alternativas culinarias y gastronómicas, la realidad es justamente la contraria: la variedad de alimentos debe ser justamente la piedra angular de la dieta vegetariana, así que es una oportunidad excelente para incorporar e la dieta mas variad de hortalizas, frutas, cereales, legumbres, setas, frutos secos, semillas, aceites y productos como el tofu o el seitán a fin de asegurarse un amplio abanico de nutrientes. Para introducirse en la dieta vegetariana quizá sea una mala idea ser drásticos e introducir todos los cambios de la noche a la mañana. Es importante realizar el cambio de manera paulatina para permitir que el cuerpo se acostumbre a los nuevos alimentos y a prescindir de otros, de lo contrarios se pueden producir déficits en algunos nutrientes. En caso de iniciarse al vegetarianismo en familia, es importante que todos sus miembros tengan la oportunidad de irse adaptando a los cambios y a los nuevos alimentos: acaso no haga falta eliminar de raíz la carne o el pescado de la dieta familiar, sino ir los sustituyendo poco a poco por otros alimentos para dar una oportunidad a los reacios a experimentar los cambios positivos que sin duda repercutirán en sus salud; de lo contrario, lo más probable es que se produzca un rechazo a los nuevos productos entre algunos de los miembros de la familia. También es importante disfrutar con los cambios y no vivir la nueva dieta como una tortura o un mal necesario para sentirse mejor. En este sentido, cocinar dietas apetitosas es esencial para asegurar el éxito. La cocina vegetariana no es ni más ni menos sabrosa que otros tipos de cocina; la clave para disfrutar de ella es encontrar buenas recetas que, además de ser equilibradas, también permitan gozar con los sentidos. Ser vegetariano no significa comer todo hervido, sin salsas o aderezos, o comer ensaladas cada día descuidando el resto de platos. También es importante establecer algunos límites y evitar caer en algunas trampas comerciales: la industria alimentaria a descubierto el negocio vegetariano y ofrece un amplio surtido de productos veganos y vegetarianos, muchos de los cuales son alimentos procesados y refinados que, a pesar de ser vegetarianos sobre el papel, pueden ser poco saludables si se abusan de ellos porque, entre otras razones, contienen grandes cantidades de azúcares refinados, sodio o grasas de mala calidad, como las trans. Además, si nos ceñimos estrictamente a la definición de lo que es ser vegetariano, una dieta basada en tomate kétchup, helados cargados de azúcar con leche de soja y bollería industrial altamente procesada se puede considerar vegetariana y, no hace falta decirlo, dista mucho de ser una dieta saludable. Por último, también es una oportunidad excelente para recuperar los platos vegetarianos de nuestra tradición gastronómica y para explorar las maravillosas cocinas de otros lugares del mundo, en especial la india, la china o la tailandesa, que ofrecen excelentes paltos libres de productos animales. Fuente: Libro: “Biblia vegetariana” Cada vez hay más personas que deciden reducir el consumo de origen animal en su dieta, o incluso hacerse vegetarianas. Las razones son muy diversas, desde la preocupación de la salud o por el bienestar de los animales, pasando por todo tipo de motivaciones religiosas, filosóficas o medioambientales. La dieta vegetariana equilibrada está asociada a numerosos beneficios para la salud, entre los que se encuentran menores niveles de obesidad, una reducción del riesgo de problemas coronarios y menor tensión arterial. Además, los vegetarianos tienden a consumir menos grasas saturadas y mas fibra, potasio o vitamina C que los no vegetarianos. Comer demasiada carne roja y embutidos, aparte de ser perjudicial para el planeta (por el consumo excesivo de recursos que requiere su elaboración y por la contaminación que generan las millones de reses que hay en el mundo) también está asociado de manera directa al incremento de casos de cáncer: la propia OMS ha clasificado la carne roja dentro del grupo 2ª, como “probablemente cancerígeno para los seres humanos”, y la carne procesada, como los embutidos, en el grupo 1, como “cancerígeno para los seres humanos”. La moderación en el consumo de estos productos, el resto de la dieta y, en general, el estilo de vida que se lleve son claves para entender y poner estas clasificaciones en su justa perspectiva y para evitar alarmismos innecesarios. Pero esta noticia, añadida a la preocupación generalizada por la contaminación creciente del mar que puede afectar a la calidad del pescado, ha hecho que todavía mas personas se interesen por la dieta vegetariana, y en especial por el consumo de proteínas de calidad alternativas a la carne. A pesar de todo esto, la mayoría de autoridades sanitarias recomiendan tomar pequeñas cantidades de productos de origen animal, aunque también admiten que es posible tener una dieta saludable siguiendo exclusivamente una opción alimentaria vegetariana e incluso vegana: la Asociación Norteamericana de Dietética, por ejemplo, afirma que “las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas, incluidas las dietas totalmente vegetarianas o veganas, son saludable, nutricionalmente adecuadas, y pueden proporcionar beneficios para las salud en la prevención y en el tratamiento de ciertas enfermedades. Las dietas vegetarianas bien planificadas son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluido el embarazo, la lactancia, la infancia y la adolescencia, así como para los atletas”. La clave se encuentra en la expresión “dietas vegetarianas bien planificadas”, y en este sentido la dieta vegetariana está sujeta a las mismas normas que el resto de estilos alimentarios: todas las dietas deben ser equilibradas, de lo contrario pueden ser deficitarias en algunos nutrientes. Fuente: Libro: “Biblia vegetariana” Ingredientes
500 gramos de harina integral, 10 gramos de levadura en polvo y seca o 15 gramos de levadura fresca, 2 cucharaditas de sal, 1 cucharada de aceite de oliva y 300 cc de agua tibia. Preparación Colocar en un recipiente la harina integral y esparcir sobre ella la sal, mezclar y colocar en el centro la levadura, el aceite de oliva y de a poco ir incorporando el agua. Unir los ingredientes y amasar hasta obtener una masa homogénea, sin grumos. Dejar reposar para que la levadura eleve el pan hasta que la masa duplique su volumen. Mejor si dejamos la masa en un lugar cálido. Después de que la masa se elevo, le retiramos el gas presionándola levemente con la punta de los dedos y volvemos a amasar hasta que quede una masa tierna y lisa. Formamos pequeños bollos con ayuda de las manos y llevamos a un recipiente para horno para dejar elevar nuevamente, hasta que los bollos de pan integral duplique su volumen. Posteriormente horneamos durante 25-30 minutos. Podéis incorporar semillas por encima, pincelarlos con huevo o espolvorearlos con harina para dar un aspecto diferente. Para comer El pan integral por supuesto, es una receta muy versátil, pues podemos utilizarlo para elaborar sándwiches, para el desayuno o la merienda, o simplemente, como acompañamiento de una comida principal. El pan es un alimento muy básico en nuestra dieta, por eso, aprender a elaborar nuestro propio pan no sólo nos ayuda a ahorrar dinero sino también, a evitar el consumo de un alimento de composición desconocida. Este pan es muy bajo en grasas y muy rico en hidratos complejos, no posee colesterol y por cada 100 gramos contiene alrededor 9 gramos de fibra, algo muy valioso para los que queremos enriquecer nuestra dieta con fibra para reducir el colesterol, dar más saciedad o disminuir el índice glucémico. No posee gran cantidad de sal añadida y si es un pan muy rico en minerales y vitaminas, sobre todo, vitaminas del complejo B. Fuente: https://www.facebook.com/notes/rysa-rico-y-sano/pan-integral-receta-saludable/1926032357668406/ La harina de trigo integral nos aporta energía de liberación lenta, por lo que nos mantiene activos más tiempo. Al ser más rica en fibra, favorece el tránsito intestinal y la eliminación de líquidos. En otras palabras la harina integral, se digiere mucho más lentamente debido a su contenido en fibra y eso hace que llegue más despacio la glucosa a la sangre, de modo que el contenido de azúcar en sangre se mantiene estable, con un aporte constante de energía, y no esas subidas y bajadas que nos produce la harina refinada (o también llamada harina blanca). La harina integral es aquella que se obtiene cuando se muelen los granos de trigo entero. Tiene un color marrón no homogéneo y se pueden hacer todo tipo de preparaciones con ella, ya sean panes, pastas, galletas, tartas o postres . Al comer alimentos con base en harina integral aportamos a nuestro cuerpo fibras, vitaminas B y E, ácidos grasos, magnesio, hierro, potasio, zinc y manganeso. Además, no tiene un alto índice glicémico, favoreciendo a una saciedad más prolongada y evitando como dijimos anteriormente, el exceso de glucosa o insulina en sangre. Por el otro lado, la harina refinada (o también llamada harina blanca), se fabrica removiendo salvado y germen de trigo, moliendo únicamente el endospermo. Se utiliza para la gran mayoría de las preparaciones que consumimos o que venden a diario: tortas, pastas, galletas, panes, bizcochos, etc. Su popularidad se debe a que dura más, su color es homogéneo e “inmaculado” y es más redituable para la venta. En cuánto a la nutrición, la harina refinada es puro almidón, o sea, carbohidrato alto en calorías, sin fibras ni micro nutrientes. ¿Que recetas podemos hacer con harina integral? ¡TODAS!. En realidad, cualquier preparación que lleve harina blanca puede realizarse con harina integral. Los que aman la cocina, pueden comenzar a utilizar este ingrediente para sus comidas. Con harina integral se pueden preparar muffins salados o dulces, tartas, panes clásicos, panes con especias, panes con verdura, panes con frutos secos, panes con multisemillas y cereales, panqueques, scones, budines, tartas, pizzas, pastas, galletitas y todo lo que se te ocurra! Es necesario saber cuáles son las proporciones para cada caso y siempre buscar una receta fácil para aquellos que están dando los primeros pasos sin usar harina refinada. No habrá demasiadas variaciones en cuánto a confección, quizá un poco mas de liquido en la receta ya que la harina integral tiende a absorber mucho mas que la harina refinada, pero tal vez lo que nos lleve más tiempo es a aprender a pensar “de manera integral” que otra cosa. Se puede también utilizar las recetas favoritas cambiando la harina, para comparar sabores y sobre todo, cómo nos sentimos en los días sucesivos a la ingesta. Es aconsejable usar miel u otro endulzante de tu preferencia y sal marina para las preparaciones saladas. De esta manera, se añadirán nuevos elementos a la dieta diaria, muy buenos para la salud. ¡Rico, sano y vegetariano! Fuente: mejorconsalud.com |
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Abril 2020
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